jueves, 27 de diciembre de 2007
Benazir Bhutto, objetivo de los terroristas
La líder opositora paquistaní Benazir Bhutto, asesinada este jueves durante un mitin electoral en la localidad de Rawalpindi, ya había sio objetivo de los terroristas a su regreso a Pakistán, aunque en esa ocasión salió ilesa del brutal ataque contra su persona y que se cobró la vida de más de cien personas. Bhutto, que heredó la dirección del partido de su padre y fue dos veces primera ministra, volvió a Pakistán el pasado día 18 de octubre tras ocho años y medio en el exilio para huir de las acusaciones de corrupción que pesaban contra ella. Su regreso fue posible tras concederle el pasado día 5 una amnistía el presidente del país y jefe de su Ejército, Pervez Musharraf, con quien Bhutto había alcanzado un acuerdo de reparto de poderes para hacer una transición a la democracia plena en Pakistán. Pero la fiesta que le habían organizado sus seguidores, concentrados por cientos de miles en Karachi (sur), se convirtió en tragedia cuando dos suicidas explosionaron su carga al paso del vehículo de la opositora y mataron a un centenar y medio de personas. Desde entonces, la presidenta del PPP había abandonado su residencia en Karachi sólo en dos ocasiones, para visitar a los heridos en los atentados y para rezar por las víctimas ante el mausoleo de Muhammad Ali Jinnah, el padre de la patria paquistaní. La ruta entre su casa y el aeropuerto de Karachi quedó bloqueada por policías y paramilitares, que escoltaron su vehículo blindado hasta el recinto aeroportuario, desde el que Bhutto viajó en avión hasta Sukkur (este), a menos de 30 kilómetros de Larkana. "Vuelvo (a casa) con una mezcla de emociones después de todo lo que ha pasado", declaró antes de tomar el avión ante unas decenas de seguidores. Fueron ya miles los que la recibieron en el aeropuerto de Sukkur y rompieron los cordones de seguridad organizados por el Gobierno provincial de Sindh, lanzando pétalos de rosas y cantando "¡Larga vida a Bhutto!" y "¡Bhutto, primera ministra!" al paso de su comitiva. Peticiones de protecciónAunque la opositora ha exigido que el Gobierno la proteja mejor, volvió a romper ella misma las reglas de seguridad al asomarse por el techo del vehículo que la trasladaba para saludar a sus partidarios. Todo el camino hacia el aeropuerto se había llenado de votantes de Bhutto que portaban pancartas con fotos de ella y de su padre, el primer jefe de Gobierno democráticamente elegido de Pakistán. La comitiva, no obstante, evitó el paso lento que llevaba en Karachi cuando ocurrió el atentado y partió a toda velocidad hacia el cementerio, donde activistas del PPP fuertemente armados habían montado un cordón alrededor del mausoleo de los Bhutto. La ex primera ministra reiteró su mensaje de los últimos días, al exigir al Gobierno que expertos antiterroristas de EEUU y el Reino Unido -los dos países garantes de su acuerdo con Musharraf- ayuden a investigar el doble atentado del día 18.